Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego

viernes, 25 de marzo de 2011

No soy de la personas que dan el brazo a torcer, ni de las personas que les gustan discutir, ni de las personas que piden perdón, ni de las personas que dicen cosas en un momento de furia y después se arrepienten. Simplemente actúo como me parece correcto y no tengo que darle explicaciones a nadie. Si se que hice mal algo, pido disculpas, pero este no es el caso. Me mantengo firme en mi posición. Somos grandes. Basta de chiquilinadas y caprichos, actuemos como se debe. Estuve a punto de pedir perdón de una manera bastante indirecta pero me arrepentí, no soy así, y no tengo porque ser así con esa persona porque todo el mundo lo hace. Dejemos que el tiempo arregle lo que se debe arreglar, y lo que no sera una simple moraleja. Odio perder amigos, y mas si los pierdo por cosas tan banales, pero acá nadie es Dios para pedir perdón a nadie. Punto. Todos cometemos errores y no hay porque echarlos en cara todo el tiempo. No se pueden enojar tanto por algo así. Las veces que me tendría que haber enojado yo. Son tan sensibles. Hablo con molestia, con un poco de angustia pero con cero bronca. En ningún momento actué con maldad, no soy esa clase de persona. Por esta estupidez no podes decir que no somos mas amigos. ¿Tan poco te importaba?. Duele. Son cosas que pasan. No hay mal que por bien no venga.

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