Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Santina dice que mis hombres son chubascos. Vienen me ennegrecen la vida, me ponen de mal humor, me frizan el pelo, me llueven un poco en la cabeza y después se van. Uno pensaría que después de tanto lluvia sale el sol, pero no. Si algo aprendí a través de los años es esto: a un chubasco siempre, sin remedio, le sigue otro.

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