Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego

martes, 14 de septiembre de 2010

Mi mundo colapso. Como en Matrix,la gente se congelo y la única figura en movimiento era yo. Vi la vida en trescientos sesenta grados, me vi a mi sentada y pálida en el patio de comidas del shopping. Vi el vacio entre los locales, las escaleras mecánicas, la gente tres pisos mas abajo. Si me tiraba iba a doler demasiado. Como en una novela malísima, me estaba pasando lo que les pasa a las cenicientas. Pero a mi no me estaba rescatando ningun príncipe. Juro que no salte la baranda del shopping porque tenia miedo de matar a alguien cuando cayera y nadie merecia esa condena. Pero todo mi cuerpo me pedia muerte.
Chubasco.

No hay comentarios: