
"Ella estaba sentada en un taburete de la barra. Me esperaba, por supuesto. Se bajo de un salto en cuanto entre y vino directamente hacia mi.
Eso me sorprendió. No estaba seguro si pretendía atacarme. Esa era la única interpretación que se me ocurría a tenor de mi pasado, pero me sonreía y las emociones que emanaban de ella no se parecían a nada que hubiera experimentado antes.
- Me has hecho esperar mucho tiempo –dijo.
– Y tu agachaste la cabeza, como buen caballero sureño, y respondiste: “lo siento señorita” – Alice rompió a reír al recordarlo.
El le devolvió la sonrisa.
– Tu me tendiste la mano y yo la tome sin detenerme a buscarle un significó a mis actos, pero sentí esperaza por primera ves en un siglo. "
Eso me sorprendió. No estaba seguro si pretendía atacarme. Esa era la única interpretación que se me ocurría a tenor de mi pasado, pero me sonreía y las emociones que emanaban de ella no se parecían a nada que hubiera experimentado antes.
- Me has hecho esperar mucho tiempo –dijo.
– Y tu agachaste la cabeza, como buen caballero sureño, y respondiste: “lo siento señorita” – Alice rompió a reír al recordarlo.
El le devolvió la sonrisa.
– Tu me tendiste la mano y yo la tome sin detenerme a buscarle un significó a mis actos, pero sentí esperaza por primera ves en un siglo. "
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